Capitulo 11: Por fin lo encontramos

Se me dibujó una sonrisa, me acordé que Lucía era muy fan de ese programa, le envié un whatsapp a Elena y Marta si, lo sé, las tenía al lado, pero era para que el recepcionista no se enterara, bueno les dije que fueran una de ellas fuera a buscar a Lucía, que ella era muy fan del programa, Elena le dijo al recepcionista que faltaba el técnico de sonido, en este caso, la técnica. No supimos como lo conseguimos, pero nos dejó pasar. Entramos, y junto a las otras peques esperamos al resto al lado del ascensor. Nos dirigimos a la planta 8, hacía el número que nos dijo, llamamos, y nos abrió una mujer, miramos su cara, no era Pablo, era muy obvio jajajaja, y por detrás se escucha una voz diciendo

-¿Quién es?

La miramos, nos miró y se dirigió a la puerta, miramos el número de la habitación y miramos el papel que nos había dado el recepcionista, era la misma planta y el mismo número de habitación. Le preguntamos si sabía algo de Pablo Alborán y nos dijo que no, le dimos las gracias y las disculpas. Nos dimos la vuelta y empezamos a hablar. Empezamos a llamar cada una a una habitación diferente para haber si estaba allí él , pero nada. Nos sentamos al lado del ascensor, a Paola se le saltaron las lágrimas, Vane que estaba al lado le abrazó, ella también se le saltaron, ya que no podemos ver a ninguna peque llorar, y ya eran dos llorando así que ni os cuento. El ascensor sonó, abrió las puertas, nosotras no le echamos cuenta a eso, seguíamos a nuestra bola, oímos una voz que decía

-Hoy nos toca seguir grabando el videoclip

Esa voz era muy dulce muy… (Dejémoslo ahí jeje), miramos todas para arriba, llevaba una camiseta blanca, le vimos los brazo, nos empezamos a poner nerviosa, seguimos mirando y era rubio, nos levantamos ligeras, nos dirigimos hacia él, ahí es cuando si empezamos a llorar, POR FIN LO ENCONTRAMOS  :’), nos quitamos los chalecos y aparecía la camiseta con las letras formando su nombre.

Pablo: ¿Peques?

Nosotras: Siii :’)

Pablo se acercó una a una a nosotras y nos fue dando un abrazo.

Nos preguntó que como habíamos conseguido entrar, y le dijimos que se lo explicábamos dentro de su habitación, por precaución para que no nos pillaran. Entramos, y le explicamos la historia, se empezó a reír, le parecía gracioso lo que podíamos hacer para verle. Le entregamos el sobre, donde estaban todas las cartas de nuestros seguidores, abrió el sobre, sacó todas las cartas, le puso una gomilla y las guardó en su maleta para que no se perdieran. Nos dio las gracias y nos preguntó que si queríamos dar un pasero, y nosotras le dijimos que si encantadas.